viernes, 18 de enero de 2008

Ropas de Vieja


Fuma cigarros Piper mentolados que olvida en el cenicero cuando habla. Lee, cada tarde, dos periódicos y cientos de hojas de libros que devora con increíble concentración. Recuerda los cumpleaños de sus 42 nietos y todo lo que aprendió de geografía y de historia. Se lima las uñas mientras te cuenta cómo vivió la Guerra Civil o cómo quiso ser farmacéutica y le obligaron a ser maestra. Absorbe tu atención con cada cosa que dice porque la edad le ha hecho sincera y sin miedo.

Tenía frío y llevaba una semana acatarrada, por eso había buscado con qué arroparse. Debió de encontrar ese chal de alguna otra abuela. Cuando la vi, sentada en su brasero, rodeada de libros y periódicos, exactamente igual que siempre, supe que todo había cambiado. Trató de justificarse, por tantas veces que mi hermana y yo hemos criticado esas “ropas de vieja”. Pero la vi débil ante tanto mundo y tantos años.

1 comentario:

Blanca dijo...

¡¡Bieeen!! Este es el post que da sentido a tu blog!
Bravissimo!
Seguro que le acabas pillando el gustillo a esto.
Por cierto, me he metido al blog de Anaïs y me ha encantado. ¿Le puedes decir a ver si me deja enlazarla desde el mío?
¿María no tiene?
Besazo