viernes, 1 de febrero de 2008

Ésta sí era una big calm


Receta para la insportable levedad del ser: dejar de ocuparse tanto de nosotros mismos. Encontrar un nuevo lugar donde secarse al sol y empezar de nuevo un chemin de la bohème. Quitarse la bufanda, para que por el cuello entre el viento, ese que va a impedir que entren recuerdos, mensajes, deseos. Dejar fuera todo lo que está al exterior. Saber. Que por el momento podemos decidir cosas más pequeñas. Vivir. Dejar de esperar y flotar de una vez en una big calm. Con la fuerza del peyote, el sabor de verde y la astucia del mar, que barre toda la suciedad secada en la arena del sol. No suplicar más y ser capaz de terminar, solos, una canción entera.

3 comentarios:

bea dijo...

al sol, sí, que todo se seque al sol...q se lleve este frío

Blanca dijo...

Mi momento big calm: una siesta bajo los cocoteros en una playa de Varadero. Un día antes de irnos de Cuba, con la arenica blanca y el mar turquesa. Creo que estábamos Andrea, Irene, Mikel y yo.
Abrir los ojos y ver cocoteros sobre ti no tiene precio.

Anónimo dijo...

hola anita soy conchi qué tal estás?